8. Monstruo
No me pidió que parase, al contrario, siguió animándome a tomar todo de él, con las pocas fuerzas que le quedaban me acariciaba cariñosamente. Su rostro ya no estaba en tensión, me miraba con la más tierna de las sonrisas.
Aquella que durante todos estos años me había acompañado, en mis malos y buenos momentos, aquella que había animado la mía propia. Esa persona a la que estaba arrancando la vida era mi mejor amigo, mi amor.
No podía seguir, tenía que apartarme, pero mis dientes seguían sus propias instrucciones e ignoraban el pánico que me inundaba. Una poderosa parte de mi solo pensaba en su exquisita y poderosa sangre.
-¡NO!- Me grité a mi misma obligándome a separarme de él. Salté de la cama y salí corriendo de la habitación sin mirar atrás, corrí escaleras abajo sin pararme a pensar qué imaginaría la gente si veía a una chica con la boca cubierta de sangre. No me importaba, debía encontrar a mis padres y por encima de todo a mi abuelo.
Cuando llegué a la planta principal no pude más que pensar que aquello había sido un milagro. Mi abuelo había llegado con su maletín y papá se encontraba a su lado. Una sola mirada bastó para reaccionar.
-¡Carlisle, ve a la habitación de Renesmee!
Sentí deseos de que todos aquellos humanos desaparecieran durante un segundo, el paso disimulado del abuelo hacia mi cuarto no hacía más que aumentar el pánico que ya sentía.
¿Había matado a Jacob? Si así era yo también moriría a su lado, y eso no bastaría para alcanzar la paz, si no había sobrevivido yo me procuraría la más terrible de las muertes. ¿Cómo había sido capaz? Era la persona que más amaba en el mundo, una vida sin él sería una vida sin sentido alguno. Solo por haberme atrevido a hacer esto ya merecía la muerte, alguien debería acabar conmigo en ese mismísimo momento.
No me importó que la gente mi mirara, mis piernas se volvieron incapaces de sostener el peso de mi cuerpo y me derrumbé contra el suelo entre sollozos. Había matado a Jake, era una asesina, la más terrible de todas, mi amor había muerto a manos de mis ansias y ya nada podía cambiarlo.
Estaba sola. Mi padre había ido con el abuelo a por Jake, y seguramente los demás estarían reunidos con él, observando el fruto de mi bestialidad.
-Deberías armar este escándalo en otra parte ¿Quieres que nos descubran a todos?- Los brazos de Nahuel se aferraron a mí con más fuerza de la debida y me arrastraron hacia el ascensor, marcó la planta del dormitorio de Alice, Jasper y Huilen.
No le respondí, por mi cabeza se paseaba la imagen de Jacob una y otra vez, Jake cogiéndome en brazos, Jake jugando conmigo al escondite, saltando del acantilado, limpiándome las lágrimas después de una de mis rabietas…
-¿Sabes? Jamás habría imaginado que pudieras hacer algo así- El ascensor volvió a abrir las puertas y recorrimos el pasillo- Bueno, yo puedo sobrevivir sin beber sangre. Se ve que las hembras sois más distintas de lo que pensaba.
O quizás me había dejado llevar por mi egoísmo, había tomado lo que quería de la primera persona que pudo concedérmelo. Sin preocuparme de quién era, de si había otra manera. Era un monstruo.
Noté como Nahuel tiraba de mí, no había dado un solo paso desde que me había elevado del suelo, y no pensaba volver a andar, ni a comer ni beber ni siquiera respirar. No merecía nada.
-Suéltame…
-Claro, a los huéspedes les encantará ver a una chica cubierta de sangre de licántropo tirada en su puerta- Se rió- Así que después de todo ese chucho no significaba tanto para ti…
Me paré en seco cuando aún no había terminado de pronunciar la última palabra. Puede que yo fuera una bestia, que no mereciera absolutamente nada, pero nadie se atrevería a decir que Jake no me importaba. Todo mi cuerpo dirigió su rabia hacia Nahuel. Me agaché en posición de ataque y mis labios se curvaron hacia adentro sin pensarlo.
-Nessie…- Estamos en un hotel, por favor piensa durante un segundo en lo que estás haciendo ¿No crees que ya ha sido suficiente?
Si, había sido demasiado, era imposible imaginar algo peor. Volví a deslizarme hasta el suelo intentando apartar a Nahuel de mi mente. Este bufó impaciente y me arrastró hasta llegar a la habitación, donde no había nadie.
Me dejé caer sobre el sillón y cerré los ojos. Debía intentar dejar la mente en blanco si no quería perder la cordura. Un recuerdo más sobre lo que acababa de hacer y yo misma arrancaría mi débil corazón.
Todo me daba vueltas, la voz de Nahuel ya no era más que un tímido susurro. Solo escuchaba el aire azotándome. Perdí toda la noción del tiempo y permanecí allí sin moverme durante horas, ignorando todo a mi alrededor. Ya nada importaba, de nada servía que el sol saliera mañana o que el mundo aun viviera.
Así me dormí, entre suspiros y gritos de los que no me percataba, rasgando los cojines del sofá con la mirada perdida.
Cuando desperté Alice, Nahuel, Jasper y mi madre se encontraban en la habitación hablando en voz baja.
-Nadie la culpa Bella, no sabes lo que es capaz de hacer un vampiro totalmente sediento. Si Nessie sintió solo la mitad de esa sed el que decidiera parar antes de matarlo fue un acto increíble.
-Gracias a Dios que no tiene ponzoña- escuché la voz de mi madre- Ella jamás se hubiera perdonado matarle.
Un rayo de luz me atravesó el corazón. Jacob estaba vivo, no le había matado. Me levanté de un salto y un millón de lágrimas de alegría corrieron por mi rostro, si, yo no merecía absolutamente nada, pero mi amor estaba vivo, y era lo único que importaba en ese momento.
-¡¿Cómo está?!- Me fue imposible bajar el tono de voz- Decidme la verdad.
Mi madre me sonrió.
-Está muy bien, Carlisle llegó a tiempo y había traído esas agujas para ti. No ha podido ser más que un milagro.
Me abrazó con fuerza y me asqueé de mi misma. No merecía que me tocaran. Me aparté de ella intentando que notara lo menos posible el rechazo.
-Lo siento mamá… no se qué me paso, me siento avergonzada.
Avergonzada no era en absoluto la palabra. Deberían haber hecho una hoguera con mi cuerpo, haberme troceado y degollado.
-Todos te entendemos- Noté la corriente positiva que Jasper me mandó y me fue imposible huir de ella- Y más Jake, se siente orgulloso de haberte sido de ayuda. Hacía tiempo que no lo veíamos tan feliz. Está radiante.
¿Se sentía feliz? Recordé lo que había ocurrido y una oleada de rabia me dominó. ¿Cómo había podido animarme a beber? ¿Por qué se había dejado siendo más fuerte que yo? Había llegado demasiado lejos. Sabía que la culpa era solo mía pero no pude evitar enfadarme por aquel comportamiento.
Quería verle, gritarle, abrazarle, pegarle y besarle, pero ni siquiera me atrevería a mirarle a la cara.
Mamá se sentó a mi lado.
-Puedes ir a vuestra habitación, te está esperando.
-¿Y qué le voy a decir?
-No lo sé, pero si tú no vas él mismo vendrá a buscarte, y no querrás que se levante ¿Verdad?
Por supuesto que no. Salí del cuarto y bajé hasta mi habitación. Dentro se escuchaba la risa de Jake, se le notaba feliz. Mi padre y Carlisle bromeaban con él como si fuera un día cualquiera, como si yo no hubiera tratado matarle.
Tomé aire y llamé.
5 comentarios:
olaa!! io ia lei todo lo ke escribiste sobre la continuacion de la saga crepusculo!!!... creo ke es uno de los mejores que e leido me encantaria que siguieras escribiendo y si ya lo estas aciendo y lo haces en otro blog mandame la pagina a mii correo porfa...y si no lo estas aciendo nose que estas esperando por que lo haces muy bien... un kiss ... debbitha mi msn es: debbi.xxb@hotmail.com
en serio! deberían publicar este libro! sería genial!
Lástima que se necesitan derechos autor para eso, pero sí, sería fantástico que se publicara.
Hola soy Ana, porfa, seguí escribriendo... Mi mail es ana.l.b.123@hotmail.com.
es .... e llorado de felicidadad por jake no muriera eres la mejoor escritoraa del mundooooo sigue asi
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